martes, 13 de julio de 2010

44 - LA VENTANA INDISCRETA (Rear window). Alfred Hitchcock. USA, 1954.

Hace un par de años, leí en inglés un libro sobre el contenido soterrado homosexual de algunas de las películas clásicas de la historia del cine. Sorprendido, me encontré con una revisión de La ventana indiscreta en la que el autor se empeñaba en convertir al flotador sobre el que se sienta James Stewart en una especie de instrumento de sexo anal. Volviendo a ver este trabajo me reafirmé en mi opinión de que es, sencillamente, ridículo.

Lo que sí es cierto es que Hitchcock con esta filmación se adelantó en muchos años a lo que ahora estamos sufriendo y que yo he bautizado como Cultura Gran Hermano. Es decir, este momento de la historia en el que todo el mundo piensa que tiene derecho a cotillear en las vidas ajenas.

Porque, al fin y al cabo, es de lo que trata esta cinta. Un fotógrafo que sufre la rotura de una pierna echa tanto de menos su trabajo que, cámara en mano, se pone a marujear a través de su objetivo lo que sucede en las casas del edificio de enfrente.

Dicen en EL, y con toda la razón, que el entramado sobre el que se sostiene este título es de una perfección tal que te atrapa por completo. El decorado es espectacular, la presencia de Grace Kelly como la bella y sexy novia del protagonista es fundamental, y el trabajo de Thelma Ritter como la portera es uno de los mejores puntos de apoyo que se han encontrado en el terreno de los papeles de reparto.

También es cierto que la combinación de géneros (thriller, comedia, drama) está batida con tal maestría que el visionado de esta maravilla entra mejor que un gin tonic a media tarde.

La influencia que ha tenido este trabajo es larguísima y se deja ver tanto en Doble cuerpo (Brian de Palma, 1984), como en la revisión más reciente, Disturbia (D.J. Caruso, 2007), protagonizada por el actor de moda, Shia LaBoeuf.

Por último, quiero contaros que estoy bastante harto de tantas afirmaciones que se hacen respecto a nuevos directores (por ejemplo, Alejandro Amenábar) cuando se habla de ellos como los nuevos Hitchcock. ¿De verdad alguien puede creer que se puede superar la carrera del maravillosamente pervertido Hitchcock, quien cuenta en su haber con más de 40 obras maestras? Háganme el favor.

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