Entre los múltiples formatos que se pueden encontrar en EL (cortos, largos, series) destaca esta producción polaca que es, ni más ni menos, una película inacabada. Sí, durante la producción de la misma, Munk, el director original, murió y dejó parte de su metraje rodado.
La labor de Lesiewicz fue la de montar foto-fija junta a imágenes en movimiento e intentar respetar, en lo posible, la intención del fallecido. En este sentido, añadió su voz en off a la que ya ofrecía la protagonista-narradora de esta terrible historia, explicando su teoría sobre dicha intención.
Liza, una mujer alemana que no ha vuelto a su país desde el final de la II Guerra Mundial, cree ver en el crucero lujoso en el que viaja a Marta, una de las prisioneras del campo de concentración donde ella era vigilante. A su marido, Liza le cuenta una versión de su historia en común en la que se presenta como autora material del reencuentro romántico entre Marta y su prometido, otro prisionero.
Pero luego, consigo misma, sale la historia real en la que Liza no es, en absoluto, ningún alma caritativa, sino una trastornada mental, obsesionada con el amor y la valentía de los que disfruta Marta. Con un punto tan enfermizo como desquiciante.
En esta doble versión de una historia, descubrimos los anhelos íntimos que vuelven a surgir en la piel de la colaboradora nazi y de los que parecía haberse librado al reinventarse fuera de su país. Es una pena que, cuando se cruzan ambas mujeres en el barco, son tan sólo fotos las que nos dejan ver un momento que, es fácil adivinar, hubiese sido de máxima intensidad.
La duración total de lo que queda de película supera, por poco, los 60 minutos. Pero nunca se sabrá cuál hubiera sido el resultado final, por lástima. De hecho, es una pena que ni siquiera lleguemos a saber cómo habría reaccionado la prisionera al encontrarse con su verduga psicológica.
Un tema similar, aunque llevado al sadomasoquismo límite, abordaría Liliana Cavani con su Portero de noche (1974). Sin embargo, esta última cinta no ha sido seleccionada para EL, siendo mucho más directa y atrevida. Yo, la verdad, la hubiese elegido por encima de esta Pasajera pero para colores...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario