Antes de empezar, me gustaría destacar que John Travolta cuenta en su carrera con tres títulos imprescindibles y los tres aparecen en EL. El caso que nos ocupa, Grease y Pulp Fiction, que ya irán llegando. todo un logro para un actor que está todavía en pleno rendimiento y que, posiblemente, todavía nos pueda ofrecer algún otro trabajo memorable.
Centrándonos ya en Fiebre del sábado noche, destacan en EL que la base de la historia, en su momento, fue falsamente publicitada como sacada de un reportaje periodístico sobre las costumbres de los jóvenes en los fines de semana.
Para España, el impacto que supuso esta película fue completamente diferente. Recién entrados en la Transición, ese periodo español que se viene estudiando en las universades del mundo entero como un proceso mayormente pacífico, los españoles estábamos dando palos de ciego en muchos sentidos.
Lo que se ve en la película es a un chaval de barrio bajo que curra toda la semana como un mamón, pero que se resarce de su cruz cuando, llegado el sábado, se maquea de arriba abajo y, al llegar a la discoteca, es el rey de la pista. Esto, unido al hecho de que con sus colegas hablan de sexo real, disponen todos de la facilona del grupo y se sienten plenos al echar un polvo en la parte trasera de un coche, presentó una perspectiva más que novedosa para los que aquí disfrutaban, de verdad, de la época del destape.
Y el cambio no vino sólo en cuanto a la forma de vestir o al hecho de defender que un tío que bailase bien también podía ser un machote. En aquellos años, la costumbre patria era salir los domingos por la tarde, un cambio que se notó profundamente cuando descubrimos que la ventaja de entregarte la noche del sábado a la fiesta era la de contar con todo el domingo para recuperarte de la paliza nocturna.
Tony Manero, la creación de Travolta, se ha convertido en todo un icono al que se ha copiado, en indumentaria y pasos de baile, hasta la saciedad. Incluso, hace poco, en nuestro país se realizó un concurso televisivo llamado Operación Tony Manero, cuyo fin era encontrar al protagonista de la versión teatral de este título, lo cual es señal suficiente del impacto de este personaje.
Así como su banda sonora, que encumbró a nivel mundial al grupo australiano Bee Gees, y que todavía consigue que tus pies comiencen a moverse non-stop cada vez que suena por los altavoces.
Recomendada para los días que tienes que salir y no te apetece nada. Esta película te pondrá las pilas. Compruébalo.
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