Estaba claro que no podía faltar en EL la presencia de la comedia con el ritmo de diálogo más rápido de la historia del cine. Basada en la obra teatral de Ben Hecht, la genialidad de esta versión de The Front Page consiste en convertir al mejor reportero de la ciudad en mujer (una increíble Rosalind Russell) y dar el papel del canalla de su jefe, y ex-marido, a un Cary Grant en estado de gracia que logra aquí una de sus mejores interpretaciones.
La maestría del director se nota en que su presencia no se deja ver. Mientras que en pantalla las situaciones delirantes se siguen con una naturalidad que pasma, lo cierto es que hay que ser un auténtico genio para lograr dicha facilidad de continuidad.
Por supuesto, la grandeza de esta comedia viene de un guión magistral, salpicado de joyas en forma de réplicas que se reparten a lo largo de todo el metraje. Hasta el punto de que se podría recomendar a cualquiera que guste de recopilar citas de cine que se siente, libreta en mano, a disfrutar y recopilar toda la colección de maravillas que salen de las diferentes bocas que protagonizan este clásico maravilloso.
Desde antes de que se rodara esta versión, ya habían comenzado las numerosas versiones que se han hecho de la misma obra de teatro. De hecho, la que realizó Billy Wilder en 1974 con esa pareja de locos maravillosos, Jack Lemmon y Walter Matthau, también es una gozada para cualquiera.
Pero, insisto, ninguna ha alcanzado el ritmo desenfrenado de diálogo que, lejos de apabullar, no da respiro a tu tripa que se convulsiona con la risa sin fin que te domina. Todo un placer.
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