miércoles, 1 de diciembre de 2010

105 - PSICOSIS (Psycho). Alfred Hitchcock. USA, 1960.

Uno de los títulos más famosos y más versioneados de la historia del cine, Psicosis tuvo el gran acierto de convertir sus múltiples novedades en cánones clásicos.

Para empezar, fue la primera ocasión, y por mandato directo de Hitchcock, que no se permitía el acceso a las salas después de proyectados los títulos de crédito. Esta medida, que muchos auguraban como funesta, dio su justo valor cuando las filas para comprar entradas daban la vuelta a manzanas enteras.

También por primera vez la protagonista femenina, de hecho, la estrella del film, Janet Leigh, moría antes de haber llegado a la mitad del metraje. Esta idea, también mil veces copiada, ha dado pie a tratamientos similares en Vestida para matar (Brian de Palma, 1980) y, de forma mucho más concisa, en Scream (Wes Craven, 1996).

También fundamental fue la interpretación de Anthony Perkins, quien logró uno de esos personajes que se arrastran para el resto de sus carreras. Su delicadeza sensible fue uno de los distintivos que también han inspirado numerosos malotes de película que salían fuera de los habituales cuasi animales que eran mostrados como asesinos.

Lo que también es digno de estudio minucioso es ese montaje milimétrico que la hace salir del género del terror para convertirla en obra maestra por derecho propio. La tensión que se acumula a lo largo de la acción consigue llegar a las cimas más altas con numerosos casos de gente afectada durante su desarrollo en el momento de su estreno.

Y la secuencia de la ducha es de esas imágenes que han pasado al colectivo universal hasta el punto de que la portada de EL, en mi edición, es un primer plano de la Leigh en pleno grito horrorizado.

Las secuelas que ha tenido esta cinta no merecen la pena ni para ser citadas. Pero el original seguirá siendo un título de referencia para las generaciones venideras.

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