miércoles, 1 de diciembre de 2010

106 - SALO O LOS CIENTO VEINTE DIAS DE SODOMA (Saló o le centoventi giornate di Sodoma). Pier Paolo Pasolini. Italia/Francia, 1975.

Una de las películas más duras de todos los tiempos, esta obra es el testamento fílmico de Pier Paolo Pasolini, un artista polifacético italiano que supo levantar tantos odios como pasiones. De hecho, en su particular filosofía de la vida mezclaba el ser comunista recalcitrante con sus firmes creencias católicas.

Tras la belleza imperante en su celebrada Trilogía de la vida (compuesta por El Decamerón, 1971; Los cuentos de Canterbury, 1972; y Las mil y una noches, 1974), el rodaje de este Saló (nombre sacado de la Repúbica creada por Mussolini durante su dictadura) parece hoy en día un ejercicio catártico con el que limpiar todo su odio contenido contra el mandato del camisa negra.

Basada, muy libremente, en Los 120 días de Sodoma, escrita por el Marqués de Sade, nos encontramos con cuatro personajes fascistas que representan a todos los sectores de poder en los que se basó la citada dictadura derechista (incluyendo el religioso) y que deciden, casi por diversión, raptar a un grupo de jóvenes del pueblo cercano, de ambos sexos, jóvenes y hermosos.

Apoyados por un grupo de soldados sanguinarios, más que dispuestos a satisfacer todas las necesidades de sus mandatarios, los cuatro pervertidos se dedican a humillar hasta límites inhumanos, a los adolescentes hasta un paroxismo final en el que mutilan y matan a todos los miembros de ese, para ellos, rebaño.

La música de fondo es el Carmina Burana, música que Pasolini consideraba fascista, y se escuchan versos de Ezra Pound, el poeta estadounidense que defendía la política de Mussolini.

Las acciones escatológicas logran revolver el estómago del más pintado, las situaciones a las que se ven sometidos los muchachos son espeluznantes y, lo más importante, el director no se sirve de ningún recurso efectista para lograr este resultado. Simplemente, basta tener un par de ojos para que se te revire el alma.

Antes del estreno de esta cinta, Pasolini fue asesinado por ejecutores poco claros (hay quien dice que le mató un chapero, otros afirman que fueron los fascistas quienes lo hicieron). A esto se añade el que este título ha estado prohibido en numerosos países, incluyendo Reino Unido y los Estados Unidos, hasta hace poco tiempo.

Pero quizá el principal temor de esa censura insensata sea el que a través de estas imágenes la gente descubra que sus vías de placer sean otras diversas a las consideradas socialmente aceptable.

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